Lección 13 | Martes 22 de septiembre | UN PASO DE FE
Cuando Pablo aceptó a Cristo, su vida entera cambió radicalmente. Cristo
le dio un futuro completamente nuevo. Lo condujo fuera de su zona de confort a experiencias que apenas podría haber imaginado. A través de la guía
del Espíritu Santo, el apóstol Pablo proclamó la Palabra de Dios a miles de
personas en todo el mundo mediterráneo. Su testimonio cambió la historia
del cristianismo y del mundo.
Lee Hechos 9:3 al 6 y 10 al 20. ¿Cómo revelan estos versículos que Jesús
tenía un propósito divino para la vida de Pablo?
A menudo Jesús elige a los candidatos más improbables para dar testimonio de su nombre. Piensa en los endemoniados, la mujer samaritana,
una prostituta, un recaudador de impuestos, pescadores galileos, y ahora un
feroz perseguidor del cristianismo. Todos estos fueron transformados por
gracia y luego enviados con alegría en sus corazones para contar la historia
de lo que Cristo había hecho en su vida. Nunca se cansaron de contar la
historia. Lo que Cristo había hecho por ellos era tan maravilloso que tenían
que compartirlo. No podían permanecer en silencio.
Compara Hechos 28:28 al 31 con 2 Timoteo 4:5 al 8. ¿Qué indicios tenemos
en estos versículos de que Pablo nunca flaqueó en su compromiso de entregar toda su vida a Cristo en un ministerio ganador de almas?
Al final de su vida, mientras estaba bajo arresto domiciliario en Roma,
Pablo afirmó que “a los gentiles es enviada esta salvación de Dios; y ellos
oirán” (Hech. 28:28). El registro bíblico dice que recibía a todos los que lo
visitaban y les predicaba la Palabra (28:30, 31). Al final de su vida, instó a
Timoteo a hacer trabajo de evangelista, y Pablo pudo decir de sí mismo: “He
peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe” (2 Tim. 4:7).
Aunque nuestro llamado puede no ser tan dramático como el de Pablo,
Dios nos llama a cada uno de nosotros a participar con él en su obra de
cambiar al mundo. Es obvio que, a pesar de todas las dificultades que había
enfrentado a lo largo de los años (ver 2 Cor. 11:25–30), Pablo se mantuvo fiel
a su llamado en el Señor. La historia de cómo este experseguidor de los discípulos de Jesús se convirtió en el defensor más influyente y consecuente
de la fe cristiana (con la excepción de Jesús) continúa siendo un poderoso
testimonio de lo que el Señor puede hacer a través de alguien que dedica
su vida a la obra de Dios.
| ¿Qué te ha llamado Dios a hacer? ¿Lo estás haciendo?
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