Miércoles 23 de septiembre | Lección 13 | UN PASO DE FE
El amor siempre se manifiesta en acción. Nuestro amor por Cristo nos
obliga a hacer algo por la humanidad perdida. Pablo lo afirmó claramente
cuando dijo a la iglesia de Corinto: “Porque el amor de Cristo nos constriñe”
(2 Cor. 5:14). El cristianismo no significa renunciar principalmente a las cosas
malas para poder ser salvos. Jesús no “renunció” a las cosas malas en el cielo
para poder ser salvo; renunció a cosas buenas para que otros pudieran ser
salvos. Jesús no nos invita simplemente a dar nuestro tiempo, talentos y
tesoros a su causa; nos invita a dar nuestra vida
Lee Juan 21:15 al 19. ¿Qué pregunta le hizo Jesús a Pedro tres veces, y cuál
fue la respuesta de Pedro? ¿Por qué Jesús le hizo a Pedro esta pregunta en
particular tres veces?
Pedro negó a su Señor tres veces, y Jesús obtuvo una respuesta de amor
de los propios labios de Pedro tres veces. En presencia de los discípulos, Jesús
estaba reconstruyendo la confianza de Pedro en que había sido perdonado
por el amor divino y en que Jesús todavía tenía trabajo para él en su causa.
Lee Juan 21:15 al 19 nuevamente; esta vez, especialmente observando la
respuesta de Jesús a la afirmación de Pedro acerca de su amor por Cristo.
¿Qué le dijo Jesús que hiciera, en respuesta?
El amor divino es activo, no pasivo. El amor genuino es más que un sentimiento cálido, más que una buena idea. Implica compromiso. El amor nos
obliga a actuar. Nos lleva a alcanzar a un mundo perdido de hijos de Dios con
una necesidad desesperada. Cuando Jesús le dijo a Pedro: “Apacienta mis
corderos”, era tanto una orden como un consuelo reconfortante. El Maestro
apeló a una respuesta al amor, y también exhortó a Pedro a que todavía
tenía un trabajo que hacer, incluso a pesar de la acción verdaderamente
vergonzosa de Pedro cuando Jesús había sido arrestado y Pedro no solo
negó conocer a Jesús, sino también lo hizo con maldiciones, exactamente
como Cristo había dicho que haría.
¿Cuál es el punto? Puede ser que hayas fallado desespadamente a tu
Señor. Es posible que lo hayas negado por tus acciones más de una vez. La
buena noticia es que la gracia todavía está disponerible, y Dios aún no ha terminado contigo. Todavía hay un lugar en su obra para ti, si estás dispuesto.
| Al igual que Pedro, ¿alguna vez has “negado” al Señor? Si es así, ¿qué te dice este
relato, no solo de la negación de Pedro, sino de las palabras de Cristo a Pedro aquí?
0 comentarios:
Publicar un comentario