Lección 2 | Lunes 5 de octubre
Las Escrituras nos dan muy pocos detalles sobre la infancia de Jesús.
Gran parte de esos años continúan siendo un misterio. Sin embargo, se nos
ha dado una idea del carácter de sus padres terrenales, María y José, y lo
que aprendemos de ellos podría ayudarnos a explicar algo de la infancia y
la educación temprana de Jesús.
¿Qué nos enseñan estos pasajes sobre María y José? ¿Cómo nos podrían
ayudar a comprender la manera en que Jesús fue educado por sus padres?
Lucas1:26-38........................................................................................
Lucas1:46-55..........................................................................................
Mateo1:18-24...........................................................................................
En estos pasajes podemos percibir que tanto María como José eran judíos
fieles que procuraban vivir en obediencia a las leyes y los mandamientos
de Dios. Y en efecto, cuando el Señor se acercó a ellos para decirles lo que
ocurriría, ellos hicieron fielmente todo lo que se les dijo.
“El niño Jesús no recibió instrucción en las escuelas de las sinagogas.
Su madre fue su primera maestra humana. De labios de ella y de los rollos
de los profetas aprendió las cosas celestiales. Las mismas palabras que él
había hablado a Israel por medio de Moisés le fueron enseñadas sobre las
rodillas de su madre. Y, al pasar de la niñez a la juventud, no frecuentó las
escuelas de los rabinos. No necesitaba la instrucción que podía obtenerse
de tales fuentes, porque Dios era su instructor” (DTG 50, 51).
Sin duda, sus padres fueron buenos y fieles maestros para el niño, pero,
como revela la historia de Lucas 2:41 al 50, había muchas cosas de su hijo que
ellos no entendían, porque Jesús poseía conocimiento y sabiduría divinos,
que solo el Señor le había impartido.
| Vuelve a leer la cita anterior de Elena de White. ¿Cómo abarcar con nuestra mente
lo que ella escribió aquí acerca de que Jesús aprendió sobre las rodillas de su madre las palabras que él mismo había pronunciado? ¿Qué nos dice esto acerca del
asombroso amor de Dios? ¿Cómo debemos responder nosotros, criaturas caídas y
pecadoras?
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