Mientras tanto en el palacio de Roma, Nerón, ha sucedido a Claudio, su padrastro. Su madre Agripina se valió del asesinato para colocar a su hijo. Tenía envenenadores que eliminaban a sus enemigos… (C.S. p. 726 dice que ella va a estar entre los condenados en el juicio final)
Nerón
Agripina
Popea
Su maestro fue el famoso Séneca.
Era el clásico joven adinerado, alcahueteado y malcriado. Comenzó bien, pero luego se corrompió.
Sus actos eran el de un desequilibrado mental:
- Participaba en pequeños robos callejeros;
- Se disfrazaba para actuar en obras de teatro;
- Dejaba el palacio para ir a divertirse;
Eliminaba ciudadanos ricos a fin de quedarse con sus propiedades y reponer el derroche que él mismo había inflingido a las arcas del Estado.
Se cree que su delirio llegó al punto de desear una nueva ciudad que llevara su nombre y por ello provocó un incendio el 18 de julio del año 64 dC. (Quería llamarla Neronia).
Otros creen que lo hizo con el fin de tener una escenografía viva y real, donde el pudiera recitar el poema: El saqueo de Troya (¡arde Troya!). Se dice que mientras el fuego ardía, él tocaba la lira en el balcón de su casa y cantaba completamente despreocupado. Para que no le echaran la culpa, acusó a los cristianos. Dos barrios no quemados eran de judíos y cristianos.
El historiador Tácito dijo: “Para acallar el rumor, castigó a unos llamados cristianos. Estos eran seguidores de un tal Christus (lat.) el cual sufrió la pena de muerte durante el reinado de Tiberio…» (eso confirma la historicidad de Jesús)
Suetonio dijo que los judíos fueron expulsados en el tiempo de Claudio por los constantes disturbios “a causa de Cristo”.
Continúa diciendo:
“(Durante esa época los cristianos) eran arrestados, cubiertos con pieles de fieras y muertos a dentelladas por perros o eran atados a cruces y en la noche eran quemados para que sirvieran como antorchas.”
Fue en ese período donde Nerón parece haber acabado con la vida de : Pedro y Pablo. (66 – 68)
Cristo había predicho ya esta persecución: Mt. 24: 9, 21 y 22. Hebreos 10:32; 11: 36 lo describe dramáticamente.
El paganismo sabía que si no acababa con el cristianismo, el poder de éste acabaría con él.
Así los miembros de la Iglesia eran inculpados calumniosamente. En esa época la acusación judicial era muy escuchada. Era peor si se presentaban delatores o testigos pagados…
Los hermanos eran vistos como rebeldes, enemigos de la religión y de la paz, eran objeto de odios, sospechas e intrigas. Además eran culpados cada vez que sucedía una desgracia: pestes, hambres, terremotos, inundaciones, sequías, etc.
Servían de diversión en los circos. Mientras agonizaban, la gente carcajeaba y aplaudía.
Muchos prefirieron vivir en bosques, riscos, cavernas, desiertos y en las así llamadas catacumbas, en las afueras de Roma. Estas eran galerías subterráneas donde los hermanos enterraban a sus muertos, ya que los cementerios estaban rodeados de símbolos e imágenes idolátricas.
Como había una ley que impedía profanar tumbas, estos hermanos hallaron en estos cementerios, su hogar y su refugio. Prácticamente vivían bajo tierra, y de esta manera la iglesia conservó la vida, así como la verdad de Dios.
La hna. White dice que cuando Cristo venga, miles saldrán de allí…. (CS 32)
Hch. 21-28 Describe los arrestos finales de Pablo, sus encarcelamientos, su naufragio y su destino final: Roma. Lo deja estando con vida…
Nerón terminó suicidándose (68 dC). Sus últimas palabras fueron: ¡Qué gran artista ha perdido el mundo! (Hna. White dice en C.S. p. 726, que Nerón estará en la destrucción final viendo la dicha de los que él mismo asesinó…).
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