Finalmente, dado que el cuerno pequeño de Daniel 7 representa al Papado, la expansión vertical del cuerno pequeño en Daniel 8 debe representar el mismo poder. Por ende, al igual que en Daniel 2 y 7, la última potencia principal es Roma, tanto pagana como papal.
EL SURGIMIENTO DEL CUERNO PEQUEÑO
Después de describir los cuatro cuernos que se extienden a los cuatro vientos del cielo, el texto bíblico dice que de uno surgió un cuerno pequeño. La pregunta es si este cuerno/poder proviene de uno de los cuatro cuernos que, como vimos ayer, representan a los cuatro generales de Alejandro, o de uno de los cuatro vientos. La estructura gramatical del texto en el idioma original indica que este cuerno proviene de uno de los cuatro vientos del cielo. Y, dado que este poder surge después del Imperio Griego y sus cuatro ramificaciones, una interpretación común es que este cuerno es Roma, primero pagana y luego papal. “Este cuerno pequeño representa a Roma en sus dos fases: pagana y papal. Daniel vio a Roma primero en su fase imperial y pagana cuando combatía contra el pueblo judío y los cristianos primitivos, y después en su fase papal, que continúa hasta nuestros días y se proyecta hacia el futuro” (CBA 4:868).
De acuerdo con el texto bíblico, el cuerno pequeño en primer lugar efectuó un movimiento horizontal y “creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa” (Dan. 8:9). Estas tres direcciones corresponden a las tres regiones principales que cayeron bajo el dominio de la Roma pagana. A medida que el cuerno pequeño se convierte en el actor principal de la visión, su expansión vertical recibe atención detallada. En este sentido, existe una estrecha correspondencia entre este cuerno de Daniel 8 y el cuerno pequeño de Daniel 7, como lo muestra la siguiente comparación: (1) ambos cuernos son pequeños al principio (Dan. 7:8; 8:9); (2) ambos se hacen grandes posteriormente (Dan. 7:20; 8:9); (3) ambos son poderes perseguidores (Dan. 7:21, 25; 8:10, 24); (4) ambos se exaltan a sí mismos y son blasfemos (Dan. 7:8, 20, 25; 8:10, 11, 25); (5) ambos atacan al pueblo de Dios (Dan. 7:25; 8:24); (6) ambos tienen aspectos de su actividad que están delineados por el tiempo
profético (Dan. 7:25; 8:13, 14); (7) ambos llegan hasta el tiempo del fin (Dan. 7:25, 26; 8:17, 19); y (8) ambos sufren una destrucción sobrenatural (Dan. 7:11, 26; 8:25). Finalmente, dado que el cuerno pequeño de Daniel 7 representa al Papado, la expansión vertical del cuerno pequeño en Daniel 8 debe representar el mismo poder. Por ende, al igual que en Daniel 2 y 7, la última potencia principal es Roma, tanto pagana como papal.
Lee con atención Daniel 8:8 al 12. ¿En qué direcciones se mueve este cuerno pequeño y por qué es importante entender esto?
Después de describir los cuatro cuernos que se extienden a los cuatro vientos del cielo, el texto bíblico dice que de uno surgió un cuerno pequeño. La pregunta es si este cuerno/poder proviene de uno de los cuatro cuernos que, como vimos ayer, representan a los cuatro generales de Alejandro, o de uno de los cuatro vientos. La estructura gramatical del texto en el idioma original indica que este cuerno proviene de uno de los cuatro vientos del cielo. Y, dado que este poder surge después del Imperio Griego y sus cuatro ramificaciones, una interpretación común es que este cuerno es Roma, primero pagana y luego papal. “Este cuerno pequeño representa a Roma en sus dos fases: pagana y papal. Daniel vio a Roma primero en su fase imperial y pagana cuando combatía contra el pueblo judío y los cristianos primitivos, y después en su fase papal, que continúa hasta nuestros días y se proyecta hacia el futuro” (CBA 4:868).
De acuerdo con el texto bíblico, el cuerno pequeño en primer lugar efectuó un movimiento horizontal y “creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa” (Dan. 8:9). Estas tres direcciones corresponden a las tres regiones principales que cayeron bajo el dominio de la Roma pagana. A medida que el cuerno pequeño se convierte en el actor principal de la visión, su expansión vertical recibe atención detallada. En este sentido, existe una estrecha correspondencia entre este cuerno de Daniel 8 y el cuerno pequeño de Daniel 7, como lo muestra la siguiente comparación: (1) ambos cuernos son pequeños al principio (Dan. 7:8; 8:9); (2) ambos se hacen grandes posteriormente (Dan. 7:20; 8:9); (3) ambos son poderes perseguidores (Dan. 7:21, 25; 8:10, 24); (4) ambos se exaltan a sí mismos y son blasfemos (Dan. 7:8, 20, 25; 8:10, 11, 25); (5) ambos atacan al pueblo de Dios (Dan. 7:25; 8:24); (6) ambos tienen aspectos de su actividad que están delineados por el tiempo
profético (Dan. 7:25; 8:13, 14); (7) ambos llegan hasta el tiempo del fin (Dan. 7:25, 26; 8:17, 19); y (8) ambos sufren una destrucción sobrenatural (Dan. 7:11, 26; 8:25). Finalmente, dado que el cuerno pequeño de Daniel 7 representa al Papado, la expansión vertical del cuerno pequeño en Daniel 8 debe representar el mismo poder. Por ende, al igual que en Daniel 2 y 7, la última potencia principal es Roma, tanto pagana como papal.
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